Cuando una pareja se entrega a su corneador la elegancia se mide por el grado de humillación y sacrifico para darle placer. Me encantas las parejas en las que ella de rodillas me lame las pelotas durante mucho tiempo. Siempre le obligo a que lo haga desnuda del todo. Luego el marido sumiso se suma y los dos me llenan de jugo el escroto. Sólo entonces empiezo a elegir la garganta para desfondar, mientras el otro cónyuge sigue lamiendo y esperando turno...
jueves, 8 de abril de 2010
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4 comentarios:
Difícilmente se podría resumir mejor lo que nosotros esperamos de un auténtico corneador. La elegancia ante todo. Y ante el modo en que la has descrito, no podemos sino quitarnos el sombrero... shapooo!
COINCIDO CON TU COMENTARIO SALUDOS DE UN CORNUDO SUMISO
No os podéis imaginar como agradezco vuestros comentarios porque a veces me da la impresión que hablo solo. Gracias de nuevo... ¡y feliz morbo!
yo quiero eso... con mi novia...
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