El calvario del carnet de conducir

Hola Manolo,

Antes que nada, enhorabuena por esta joya de blog que he descubierto recientemente. Te cuento que soy cornudo consentidor desde hace años y que mi mujer no para, cosa que me llena de gozo y de pajas, joder, porque yo disfruto como un enano de mis cuernos.

El problema que tengo es que ella se está sacando el carnet de conducir y te puedo asegurar que a la primera clase (¡la primera!) ya se acostó con el profesor de la autoescuela. Lleva tres meses, va a hacer las prácticas y no vuelve hasta bien pasadas cuatro horas. Me cuenta lo que hace, yo me pongo como una mona y la remato. Mi vida está llena de morbo desde que se matriculó.

Te preguntarás cuál es el problema, pues mira, hace dos días cuando lo hacíamos como locos, le pregunté por el día en que se examinaría y los dos caímos en la cuenta que desde las primeras clases no ha hecho ninguna más. ¡Joder! ¡No tiene ni puta idea de lo que es una señal, ni una continua, ni un puto stop! A este paso le queda más autoescuela que mili al Capitán Trueno cuando era cabo.

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Respuesta de Manolo:

No te preocupes que no hay mal que por bien no venga. Apuesto a que tu novia aparca en la zona reservada al cuerpo consular de Estados Unidos y se las ingenia para que no la multen (la muy puta...). Te mando para tu satisfacción una instantánea de tu chica con el profe de la autoescuela, seguro que la cosa no es muy diferente: hotelete y se la mete.