Hola Manolo,
Mi chica ha tenido una idea muy maliciosa y sólo puedo perdonarla porque lo hizo yendo un poco alegre y porque en el fondo me excita aunque me avergüence del todo. No pudo aguantarse y, por lo que he deducido, en uno de sus encuentros bebió un poco y, entre risas y sexo, les contó a sus amigos que yo lo sabía todo y que era consentidor.
A partir de aquel día yo noté que la relación con ellos cambió, pues se permitían comentarios groseros sobre ella delante de mí. Me probaron para ver cómo reaccionaba y yo, torpe de mí, no pude enfadarme pues ya estaba suficientemente ocupado en evitar que se me pusiera tiesa. Puedes imaginarte cómo se dieron cuenta que mi chica no les mentía, ya que hablaban de follarla a cuatro patas, de cómo debía mamarla, de metérsela por el culo tan acogedor que tiene, y yo en vez de molestarme, me ponía rojo como un tomate y les decía "sí, sí... es guapa, sí".
Durante este período noté también que ella se escapaba mucho más con ellos, y no me confesó que se lo había dicho, sino que se limitó a hacerme saber que a los tres les excitaba mucho pensar lo cornudo que yo era, y que les encantaba que tuviéramos una relación tan depravada.
Días después ellos empezaron a hacer chistes condescendientes conmigo, en plan "seguro que eres un buen amigo y no te molestaría que nos la tiráramos, ¿verdad?" o "es que tienes que entender que tu chica es de lo mejor que viene a esta campo nudista, y claro, cuesta contenerse". Esta etapa fue más breve e intensa en la toma de confianza conmigo y terminó en la situación vergonzosa que me hallo ahora.
Ahora, en el presente, con la excusa de juegos, bromas y una relación natural, empezaron a darle cachetes en el culo delante de mí, en plan broma, claro. Noté como ella se excitó como nunca lo había hecho antes y desapareció en el acto, junto con uno de ellos. Días después le tocaban las piernas en plan caricias de amigo, o la agarraban por la cintura delante de mí, en fin, que había demasiada intimidad entre ellos dos y ella, y encima lo hacían delante de todo el mundo. Estoy seguro que ahora todo el club sabe que se la follan y ya debe haber más de uno escandalizado por su juego y por lo idiota que soy.
El colmo de la humillación se produjo ayer sábado, en un momento en que estábamos los tres. Hicieron un juego de conocimiento (que se inventó uno de ellos) y le sobaron las tetas bien sobadas delante de mí. Eso sólo para empezar, porque ella les cogió el rabo a cada uno y se lo empalmó descaradamente. En plan quien puede más, uno de ellos le metió los dedos por el coño, estando yo sentado delante de ellos sin hacer nada, paralizado.
Finalmente, ella estaba desnuda, de pie, bien apretada entre ellos dos, que escondían la polla tiesa entre sus nalgas y su coño. Los tres calientes como monas, pararon un momento y me miraron. Este gesto fue definitivo: me vieron con la polla más tiesa que el bastón de Son Goku. Ella me miró a mí, pero les habló a ellos:
-¿Qué os había dicho? - les soltó apuntando a mi polla y sonrió con malicia.
Luego se abrazó al que tenía delante, aplastó las tetas contra su pecho, restregó el coño contra su pene apretando como pudo la pelvis, y le plantó un morreo largo que les dejó sin respiración a ellos y a mí.
Te confieso lo peor: eyaculé ante ellos tres en ese momento. Se me escapó, no pude contenerme. Hice el ridículo tapando con las manos los chorrilos de semen que se escapaban de mi capullo.
Se rieron de mí los tres como locos y todavía se ríen de mi. Esta mañana se mofaban y explotaban a risas cada vez que intentaban hablar conmigo.
Estoy perdido. Como hombre, sé que para ellos no pinto nada a partir de ahora. Soy el cornudo sumiso que se corre nada más contemplar cómo tocan a su chica. Sé que van a sacarle el máximo partido a eso.
domingo, 13 de marzo de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario