Pareja sometida (4): el jefe quiere descendencia

Hola Manolo,

Desde que te escribí el pasado marzo la relación entre mi mujer y su jefe, que prácticamente vive en casa, ha dado una vuelta de tuerca más. Al poco de entrar él en nuestro hogar mi esposa me comunicó que no podría yo hacerle nada hasta nueva orden. De hecho, cuando me lo comunicó, ya llevábamos unas semanas en las que sólo me permitía pajearme o, como mucho, que me aliviase manualmente ella. Hoy cuando el jefe no estaba en casa ella ha venido muy excitada y me ha abrazado, se ha restregado contra mí y se ha corrido. Yo he flipado, como puedes suponer, pues ni siquiera me he desvestido, se ha restregado contra mis pantalones. Me ha confesado que tanta excitación es por la historia que está viviendo, por lo que goza de ver cómo la quiero y de sentirse tan mala haciendome lo que me hace. Para rematar, me ha confesado también que la fantasía del jefe y de ella es preñarla. Por eso hace más de un mes que lo hace a pelo completamente y varias veces al día, y le enloquece pensar que pueda llegar un día a estar viviendo conmigo y pasar nueve meses cuidando la barriga que le ha hecho otro. Yo le he preguntado a qué venía precisamente tanta excitación hoy y me ha contestado que hace una semana que no le viene la regla, que está como loca cada mañana revisando sus braguitas y que ello le provoca un estado de shock que le dura todo el día. Me he quedado de piedra y, siento decirlo, también excitado. Ella ha sacado una foto de internet de una tía preñada sexy y me ha ordenado que la lleve siempre conmigo, y que la mire siempre que pueda para hacerme a la idea. Me ha besado y ha empezado a tocarse, se ha corrido de nuevo, todo el tiempo repitiendome al oido "no me toques, no, no..." . La vuelve completamente loca esta historia, la de tener un jefe que la folla todo el tiempo con intención (ya probablemente consumada) de preñarla y a la vez de quererme a mí y tener prohibidas nuestras relaciones sexuales. Me paso el día mirando la foto de la preñada y debo reconocerte que se me levanta nada más pensar que pueda tener a mi mujer así en casa, además sé que todo el día, a pesar del bombo, seguirá follando con él... No sigo, voy a pajearme...