Un buen corneador siempre tiene el detalle, antes de ponerse a su trabajo, de hacer dos fotos con el móvil de la zorra. La primera se hace vestida para que el cornudo tenga idea del aspecto que tenía su mujer justo antes de ser profanada y, de rebote, para que mire la habitación donde se perpetró su humillación. La segunda se hace en pelotas, de manera que el cornudo pueda apreciar con detalle lo que ha sido entregado al corneador, para disfrute de una polla más digna de esa belleza.
Si la sesión tiene lugar en la casa del cornudo, como la de la foto, es un detalla agradecido que el corneador se limpie con las cortinas, y así la zorra podrá siempre mostrarlas a sus amigas íntimas para mayor cotilleo y recochineo entre putones.
1 comentario:
que suerte tenemos con los corneadores!
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