lunes, 18 de agosto de 2014

El dedo de la verdad (o entre pájaros anda el juego)

Manolo, te cuento una de la zafada de mi primera mujer, acaecida hace no muchos años. Espero estar a tono con tu maravilloso blog.
Como sospecharás llevaba mi cornamenta bien puesta desde hacía años... cuando ella me lo confesó, hacía rato que yo lo sabía y disfrutaba en secreto. En los últimos tiempos lo hacía más abiertamente, pero igualmente, la vida te reserva sorpresas siempre...
Un jueguito de los últimos tiempos, era el "Dedo de la verdad"..ya imaginarás, mi dedo en su ojete, yo le hacía preguntas y ella debía responder la verdad... si sospechaba mentira, metía dos, y así. , En determinado momento, ella, asumiendo la relación que tenía con su macho de ese momento y con su jefe, con el que me había enguampado desde tiempos inmemoriales, acepta que es, lisa y llanamente una puta. Reproduzco el diálogo producido en una sesión del "juego",poco después de ese día:

Corno - (metiendo dedo con delicadeza) Cuántos pajaritos entraron este mes en la jaulita, mi amor?
Puta - (dudando) Dos...
Corno - ¿Dos nada más?(dedo a fondo)
Puta - Ay!... X y Z.. con vos, tres...
Corno - Y cómo se llama una señora casada que se come tres vergas distintas en un mes?
Puta - Y...(sonriendo) Puta...
Corno - Más fuerte y la frase completa (ahí impostaba un aire marcial)
Puta - Soy una puta!!
Corno - ¿Y qué es el marido de esa señora? (en este tramo, siempre la respuesta había sido "mi cornudín, un cornudito, " etc.)
Puta - Un flor de cornudo!!
Corno - (desconcertado) Te gusta más de una pija...
Puta - Me gustan todas las pijas!!

Querido Manolo, entenderás que cuando me separé de ella, no fue por los cuernos, precisamente, y a veces la extraño...

------Respuesta-----> Querido Ornitólogo,
Por lo que veo, la entendida en aves realmente es ella, así que no confundas tu admiración científica con la añoranza del amor.
Bueno, cierto es que todos los seguidores de este sitio se enamorarían a la primera de una pájara así, perdón, quiero decir ornitóloga.
Ahora bien, la añoranza es otra cosa ¿quieres decir que no es cosa del frío? ¿Lo has pensado bien?
Mira que ahora aquí en España se va el invierno y a vosotros os viene el buen tiempo: blusas, transparencias, noches agradables, pájaros... y ornitólogas.
Seguro que entonces aclaras tus sentimientos, te entretienes y, a pesar de todo, siento decirlo, pero la vas a añorar (macho, lo siento de nuevo, pero aquí siempre decimos la verdad!)
PD- Esta entrada tuya ha sido aprobada por el alto interés pedagógico. Numerosos seguidores a partir de ahora reproducirán el juego en sus casas. Las reglas no son complicadas y creo que damos el nivel intelectual requerido para entenderlas :-)
Gracias por el aporte,
Manolo

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias por publicar mi aporte, mi nostalgia no es permanente ni intransitable; mi actual mujer viene muy bien aspectada, en principio cuenta con frondosos antecedentes y los tíos se babean por ella aún delante mío. Y ya que esto pinta para la multiplicación, un aporte pedagógico: al principio el juego fue con lo que vinimos en llamar "la del ginecólogo", o sea, dama boca arriba , con la cosita ya húmeda, el dedo en su sabio lugar, susurrando al oído del arrobado cornudo sus fechorías.Pero una noche, la atorranta recordó una visita juvenil al proctólogo, acompañada de su tía, parece que el dedo del ilustre galeno le dejó imborrables
recuerdos. Y nació la segunda versión (mejorada) del juego , ella en cuatro y yo espiando su carita de rea y sus risas... la variedad es la madre de la diversión.

Anónimo dijo...

Que buena entrada, tremenda zorra ha cargado el amigo. Yo juego un juego parecido con la mia, pero son preguntas que si se responden con un si, la zorra se saca una prenda. Suele quedar en bolas rapídamente.

Cacho.

Anónimo dijo...

Lo jugué con mi mujer, pero sòlo conseguínsacarle confesiones de otros novios, sigo insistiendo...

Anónimo dijo...

Pues cuenta, amigo, también es excitante saber cómo les estiraron los elásticos a nuestras mujercitas