lunes, 30 de abril de 2012

Mi mujer en la crisis de los 30

Hola Manolo, Estaba felizmente casado hasta ahora y acudo a ti en busca de consejo, aunque puedo adivinar lo que me dirás. Mi mujer y yo éramos seguidores de tu blog, más yo que ella, y nos calentábamos mucho pero siempre como fantasía. Yo soy mayor que ella, tengo 42, ella acaba de cumplir los 34. No le afectó para nada cumplir los 30 pero ahora, de repente, dice que le ha entrado la crisis que tenía pendiente. Así, de un día para otro. En su supuesta crisis (permíteme que escriba "supuesta") empezó diciendo que ya no era una veinteañera y que no tenía atractivo (que lo tiene, y mucho). Eso fue lo primero. Lo segundo es que se ha echado un amante fijo con el que sale, me excita, dice que ha hecho realidad mi fantasía pero no me cuenta nada ni me permite saber nada. Es decir, que yo sólo sé que se va de casa algunas noches y vuelve agotada por la madrugada. Nada más llegar se ducha y que queda dormida. Me estoy volviendo loco porque me imagino qué le hace el otro que la tiene tan adicta. Y el mes pasado, conseguí hacerle el amor recién salida de la ducha. Entonces, confieso que le había dado vueltas desde hacía tiempo, pensé que con el otro hacía sexo anal (cosa que conmigo no ha hecho casi nunca) y quise comprobarlo. En plena acción empecé a susurrarle al oído "seguro que te la mete por detrás... puta..." y ella no soltó prenda, como siempre, pero se entonó de lo lindo y se corrió. Acompañé mis susurros con un dedo que le metí por detrás y, ¡maldición!, noté que tenía el ano completamente dilatado. Puedo dar fe que en los más de 10 años que llevamos casados siempre ha tenido un esfinter cerradisimo y la otra noche me entraron dos dedos con la mayor suavidad del mundo. Incluso le di sacudidas con fuerza y no le dolieron nada, sino que precisamente aceleraron el orgasmo que te he dicho que tuve. Desde entonces, cada noche cuando se va, la miro saliendo de casa, le miro el culo, y pienso en lo mucho que lo van a castigar. Me empalmo como un idiota, me pajeo varias veces y, si hay suerte, repito el ritual del polvo y de la comprobación anal cuando regresa a casa. Ahora soy yo el que se corre como un loco, a la vez que ella. Diría que ella, incluso, viene un poco antes o hace un esfuerzo para que la folle a su regreso. Todo eso parece fantástico, pero me subleva que no quiera contarme nada, que se lo guarde para ella, que sea su secreto y no lo comparta conmigo y, a veces, temo incluso que me deje, porque al fin y al cabo no sé nada de su amante. Qué hacemos, colegas? Fermín -----------------> Respuesta de Manolo HOla Fermín, Basándome en datos OBJETIVOS que tú mismo has comprobado, te remito la foto de lo que tiene a tu mujer enganchada a ese hombre. Por lo demás, no te preocupes, todas las zorras son cotillas hasta morir con sus amigas y calladas con el cornudo. ¡Aguanta los cuernos como un hombre! Me imagino el culo que debe tener la muy p....

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